4 ene 2010

Rudolf Caracciola

Aunque su apellido pueda indicar un origen italiano, nació en Remagen (oeste de Alemania, al sur de Bonn) el 30 de enero de 1901.
Desde bien temprano sintió que la competición sería lo más importante de su vida.
Debutó en la primera mitad de 1922 en Colonia, donde se disputaba una prueba de regularidad y en la que no lo hizo nada mal.
El 1 de julio de ese año, la empresa automovilística Fafnir le confía uno de sus coches para correr en el AVUS, donde termina cuarto de su categoría.
Y ese mismo año, Mercedes se fija en él y le confía uno de sus autos para la temporada de 1923. Christian Werner le introduce en la Daimler Motoren de Untertürkheim (Mercedes) y el aprendizaje fue muy breve, ya que en su primera temporada consigue alguna victoria.
En 1924 la victoria no se despegaría de su lado, consiguiendo 27 triunfos.
Entre 1925 y 1926 logra 16 victorias en 18 carreras.


El 11 de julio de 1926 se disputa el primer Grand Prix de Alemania en el AVUS, una fecha y un lugar que marcan el principio de la transformación de Caracciola en un gran campeón.
Conduciendo un Mercedes de 2 litros y 8 cilindros proyectado por Ferdinand Porsche, se impone bajo una lluvia torrencial y distanciando al segundo clasificado en unos 3 minutos.
Entre 1929 y 1939, Rudolf Caracciola se adjudicó 6 veces el GP de Alemania, un hito practicamente sin igual en la historia del automovilismo.


En 1929 se desplaza a la Costa Azul para disputar el primer Grand Prix de Mónaco. A su disposición tenía lo mejor que podía darle la técnica almana: un enorme Mercedes que no parecía muy adecuado para competir en las estrechas calles del circuito urbano. Los grandes rivales eran los Bugatti que habían conseguido un coche bastante rápido.
El tándem Caracciola-Mercedes echó por tierra todas las previsiones, parecía imposible que sucediera lo que se estaba viendo: el grandísimo Mercedes viraba de forma dócil, mientras el piloto no evidenciaba esfuerzo alguno, rodando al límite. El público y la mayor parte de los periodistas no olvidarán nunca la lección que Caracciola dio en Mónaco ese año, pese a que una detención en boxes le relegó finalmente a la tercera posición.


En los años treinta, a consecuencia del gran "crack" del 29, la crisis financiera se apoderó del mundo del automovilismo y, por tanto, también de Mercedes. Ello repercutió en Rudolf, que ya no pudo contar con un auto oficial para aquel año. No obstante, la marca de Suttgart le ofrece un contrato al cincuenta por ciento y él lo acepta. Mercedes ponía el coche, el mecánico y a Alfred Nebauer como director deportivo. Caracciola sólo tenía que poner su talento.
 
Caracciola en su Mercedes (1930)


En la primavera de 1931 se decide a correr en la "Mille Miglia", una de las pruebas más difíciles a las que se podía someter a un piloto no italiano. Caracciola se desplazó a Brescia, donde su Mercedes SS KL, de 7 litros y 1,5 toneladas de peso, era observado con curiosidad, como un monstruo que quería competir con los rápidos y ágiles Alfa Romeo nacionales (aquel año estrenaban un modelo diseñado por Vittorio Jano y que tenía 2300 cc y 8 cilindros) pilotados por Nuvolari, Borzacchini y Arcangeli.
Caracciola empezó muy fuerte la carrera, llegando a Bolonia a 154 km/h, pero la reacción de Nuvolari no se hizo esperar y, a la llegada a Roma, el piloto italiano estaba 2 minutos por delante del alemán. Caracciola con ritmo de martillo pilón, rodaba rápido, pero sin maltratar la mecánica. Nuvolari destrozó los neumáticos, siendo adelantado por un victorioso Rudolf Caracciola, que a la llegada a meta tenía las manos llenas de llagas de contravolantear.
Algunos meses después, Nuvolari y Caracciola se volvieron a ver las caras en el GP de Alemania, esta vez en el circuito de Nürburgring. El vencedor fue Rudolf, seguido de Chiron, Varzi y Nuvolari.


En 1932, mientras Mercedes trabajaba en la construcción de un nuevo vehículo con vistas a la nueva Fórmula que iba a entrar en vigor en 1934, Caracciola fue invitado a formar parte del equipo de Alfa Romeo (que por aquel entonces no tenía rival alguno), en el cual Tazio Nuvolari era el jefe de equipo y también contaba con Campari y Borzacchini.
En el GP de Mónaco de ese año, la relación entre Nuvolari y Caracciola se suavizó un poco (no era muy buena desde el principio), ya que en la carrera, a pocas vueltas del final, Nuvolari tuvo un problema con el depósito de gasolina y perdió la primera posición en favor de Caracciola, al cual desde boxes se le indicó que bajara el ritmo, devolviendo la plaza a Tazio, que al final ganó.

Más tarde, Caracciola corrió en el AVUS contra el Mercedes particular y aerodinámico de su amigo Manfred von Brauchistsch. El AVUS era un circuito muy rápido y la mayor velocidad del coche alemán relegó al Alfa Romeo de Caracciola a la segunda plaza.



En el GP de Francia, el 3 de julio de 1932, los dirigentes de Alfa Romeo decidieron que la victoria fuese para Caracciola, para compensarle por las órdenes de equipo del GP de Mónaco y por "motivos comerciales". Así que se estableció que Nuvolari debía llegar segundo en el caso de que él y Caracciola se encontraran en cabeza de carrera.
Llegado el momento, Nuvolari hizo caso omiso de las órdenes de equipo y se adjudicó la victoria.


El 17 de julio volvieron a encontrarse en el GP de Alemania, nuevamente órdenes, esta vez de la cúpula de Alfa Romeo, imponían la victoria de Caracciola. Y esta vez sí consiguió la victoria, aunque con un poso amargo, ya que sabía que Tazio era más rápido que él y en igualdad le hubiera sido difícil derrotarle.


El 23 de abril de 1933, después de dado por terminado el acuerdo con Alfa Romeo y poniéndose de acuerdo con Louis Chiron, debuta en Montecarlo con un Alfa Romeo privado y tiene un accidente en una sesión de entrenamiento rompiéndose el fémur al chocar violentamente contra un muro en la curva del Bureau du Tabac.
La convalecencia se le hace muy dura, ya que su gran rival Tazio Nuvolari no deja de ganar casi todo en lo que compite. Mientras tanto, el nuevo Mercedes ve la luz, el W25, proyectado por Hans Nibel.
Caracciola se esfuerza por volver. Mercedes le ofrece un tercer coche (los titulares son de von Brauchistsch y de Fagioli), y se reencuentra con la competición en el GP de Francia de 1934, en el que completa 25 vueltas antes de retirarse por una avería. Ya son suficientes vueltas para demostrar a todo el mundo y a él mismo que aún puede correr.
En el GP de Alemania se tuvo que retirar otra vez. Igual que en el remodelado Monza, que al convertirse en un trazado más lento y sinuoso -medidas tomadas tras la muerte de Campari, Borzacchini y Czaykowski el año anterior- acabó desgastando la resistencia de Caracciola, al que aún le dolía la pierna.


La temporada finaliza en España, el 23 de septiembre, en el circuito de Lasarte. La victoria va a parar a Fagioli, mientras que Caracciola consigue la segunda posición y Nuvolari la tercera.


En la temporada de 1935, la estrella de Caracciola vuelve a brillar.
En el GP de Mónaco tiene que abandonar, pero en Trípoli consigue la victoria de una forma aplastante, marcando la vuelta rápida con una media de 220 km/h. El coche diseñado por Hans Nibel se mostró imbatible. Los Auto Union y Alfa Romeo quedaron muy por detrás.
Este resultado se repite durante toda la temporada, consiguiendo numerosas victorias, entre ellas 6 Grand Prix. Convirtiéndose en Campeón de Europa (aún no existía el título de Campeón del Mundo).


La temporada siguiente, 1936, la cosa se torció desde el principio. Hans Nibel murió, dejando huérfano el proyecto de Mercedes de ese año. las modificaciones que sufrió el auto no fueron buenas, razón por la cual Caracciola no pudo repetir los éxitos del año anterior. Al mismo tiempo surge la figura de Rosemeyer, piloto de Auto Union, que gana un gran número de carreras.


1937 supone la vuelta a la victoria en el seno de Mercedes, con un motor rediseñado llevado a los 5600 cc y entre 610 y 685 CV. Caracciola se reparte las victorias con Rosemeyer y Hermann Lang. Tiene que esforzarse al máximo continuamente, ya que van surgiendo promesas que se muestran muy competitivos.


El 28 de enero de 1938 pierde a uno de sus rivales más importantes. Durante una jornada de intento de récords de velocidad, Bernd Rosemeyer pierde la vida. El resultado de la rivalidad entre Auto Union y Mercedes. En la misma jornada, Caracciola bate varios récords.


Para la temporada de 1939, Mercedes presenta otro vehículo nuevo, el W163, con motor de 12 cilindros. Con este auto, que por fin aguantaba bien sobre la pista, ganó su sexto GP de Alemania. Reservándose en las sesiones de entrenamientos y dando el máximo en carrera.
El 20 de agosto queda segundo en Berna y el 1 de septiembre de 1939 comienza la Segunda Guerra Mundial.
 
El equipo Mercedes


Rudolf Caracciola no vuelve a competir hasta el 1946, en Indianápolis, pero obviamente no pudo competir con un Mercedes. Cuando estaba recuperando sensaciones, un pájaro se estrella en su rostro, pierde el control de su vehículo y se sale de la pista, permaneciendo en coma durante 10 días.
No obstante, salió adelante debido a su enorme fuerza de voluntad y en 1952, justo cuando Mercedes anuncia su vuelta a la competición, no puede resistir la tentación y vuelve a conducir su marca de siempre.
Pero un par de carreras más tarde vuelve a tener un accidente y se rompe la pierna buena, poniendo punto y final a su carrera deportiva.


Rudolf Caracciola murió el 28 de septiembre de 1959 en una clínica de Mönchemberg debido a una intoxicación de hígado.

1 comentario:

jtxema dijo...

Muy completo y lleno de detalles, como tú ladrónnnnn
ja,ja