Sin embargo, hasta los 20 años no tuvo su primer auto, una variante de Morgan de 3 ruedas. Dos años más tarde lo cambia por un Bugatti 37A con el que se estrena en las carreras de autos, influenciado por la estela de Robert Benoist, que por entonces es ya una estrella. Es el año 1930 y participa en el Grand Prix de Francia que se disputa en Pau, aunque no logra acabar la carrera debido a problemas mecánicos.
A pesar de este resultado, no abandona, la competición es lo que le gusta y se va a entregar a fondo para conseguir victorias.
En 1931 consigue la segunda plaza en el Rally de Monte Carlo. Y al año siguiente consigue sus primeras victorias en la carrera de escalada de La Turbie y en los GPs de Oran y Lorraine. Pero, desgraciadamente, tiene un accidente durante el GP de Francia de Comminges cuando lo lideraba.
Se recupera para la temporada de 1933. Después del accidente su estilo de conducción es más fino y obtiene un par de resultados buenos, lo que le brinda un contrato con el equipo oficial Bugatti, liderado por Robert Benoist.
Desafortunadamente, en la temporada de 1934 hacen su aparición Mercedes y Auto Union, contra los cuales Bugatti no puede hacer nada. Sin embargo, consigue la victoria en el GP de Algeria y en el GP de España de 1935 consigue la cuarta plaza por delante de Bernd Rosemeyer y por detrás de Varzi. Jean-Pierre diría más tarde que había aprendido más observando a Varzi que en todas sus carreras anteriores.
Debido a la superioridad de los autos alemanes, Bugatti se replantea sus objetivos, centrándose en las carreras de “sportcars”, cuyo certamen más importante eran las 24 horas de Le Mans. Prueba que Wimille consigue ganar en 1937 alternándose al volante con Benoist, convirtiéndose en uno de los cuatro debutantes que han conseguido ganarla en la historia. Ese año también consigue la victoria en los GPs de Pau, Böne y la Marne.
En 1939 llegaría su segunda victoria en las 24 horas de le Mans, esta vez formando pareja de pilotos con Pierre Veyron.
Jean-Pierre seguía soñando con convertirse en un gran piloto de Grandes Premios, de los importantes, y su oportunidad pasó por delante de él. Auto Union le ofreció un auto, pero Wimille no aceptó debido a razones políticas. Una decisión difícil, ya que era un enamorado de la tecnología que equipaban aquellos autos alemanes.
Y estalló la Segunda Guerra Mundial, en la que sirvió en la Armee de l’Air hasta la caída de Francia. Después, empezó a hacer planes para diseñar su propio “sportcar” y, para ello, contrató a diseñadores de Bugatti. El resultado no salió a la luz hasta después de la guerra y se adelantaba a su tiempo. Tenía una línea de 3 asientos (en lugar de los 2 delanteros y 2 traseros), el motor montado en el centro de un chasis tubular y la caja de cambios eléctrica, colocada en la parte delantera del motor.
A finales de 1942 decide integrarse en la SOE (Special Operations Executive), una agencia “de espías” inglesa, junto a su mujer Christiane de la Fressange y sus compañeros Benoist y W Williams. Se dedican básicamente a prestar apoyo a la Resistencia, con notable éxito. Pronto la Gestapo iría tras de ellos y acabaría capturando a todos menos a él. Incluso su mujer fue detenida, pero un milagro hizo que evitara ser conducida a uno de los múltiples campos de exterminio nazi.
Después de la liberación de París, Jean-Pierre, se une a la Fuerza Aérea de la Francia Libre, volando en múltiples misiones a través del espacio aéreo alemán. Todavía con el uniforme puesto, el 9 de septiembre de 1945 toma la salida en la primera de una serie de carreras, las primeras después de la guerra, que tienen lugar en Bois de Boulogne: la Copa Robert Benoist, la Copa de la Liberación y, como evento principal, la Copa de los Prisioneros.
Todas las estrellas del motor francés que han sobrevivido están presentes y es un orgullo para Wimille conseguir la victoria.
En 1946, después de varias victorias conduciendo un Alfa Romeo 308, le ofrecen un puesto en el equipo oficial y acepta. Nino Farina y el Conde Trossi serían sus compañeros.
En 1947 Amedee Gordini se interesa en él, pero Alfa Romeo no lo quiere dejar ir y llegan a un acuerdo, por el que en las carreras francesas participará con un Simca-Gordini y en las internacionales con Alfa Romeo. Se da el caso que en 8 días consigue vencer con las dos marcas. Con Gordini vence en la Copa Robert Benoist y una semana después se adjudica el GP de Suiza con un Alfa Romeo. Este año también conseguiría la victoria en el GP de Europa en Spa.
En 1948 sigue corriendo para los dos equipos. Iniciando la temporada en América del Sur, donde se tiene que ver las caras con Juan Manuel Fangio con coches idénticos. Es el GP de Rosario y Wimille se impone después de una dura lucha con Fangio.
De vuelta en Europa, en los entrenamientos del GP de Suiza el gran Achille Varzi tiene un accidente y muere. En la carrera, Jean-Pierre deja ganar a su compañero Trossi, al cual le han descubierto un tumor cerebral. Después de este bello gesto, Wimille se adjudica la victoria en los GPs de Francia, Italia, Monza y Turín. Es el mejor piloto del momento.
La temporada de 1949 se inicia bien pronto, con la disputa en el mes de enero del GP del General Perón en Buenos Aires. Jean-Pierre Wimille participa con un Simca-Gordini y durante los entrenamientos, de forma no aclarada, su auto se sale y se estrella contra un árbol. Era la primera vez que usaba casco y, sin embargo y entre otras cosas, se fracturó el cráneo. Murió en la ambulancia de camino al hospital. Era el 28 de enero de 1949.
El funeral se celebró en Buenos Aires y, entre otros, portaron el féretro Fangio, Ascari y Farina. Después su cuerpo fue repatriado y enterrado en el cementerio de Passy en París.
Fue condecorado con la Legión de Honor a título póstumo.
Más tarde se construyó un monumento en su honor en la Porte Dauphine, al lado de la horquilla del circuito de Bois de Boulogne, donde ganó la Copa de los Prisioneros de 1945.
Bugatti Wimille a la izquierda
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